Llevaba tiempo escuchando buenas criticas acerca de este restaurante pizzeria, galardonado como Bib Gourmand (establecimientos donde la cocina destaca por su gran calidad — sin llegar a merecer una estrella — y por su moderado precio) y que esta liderado por el Chef Gregory Rome elegido cocinero revelación de la Comunidad Valenciana en 2017.
Siempre me decían que es muy transgresor en cuanto a sus ideas y presentaciones. Así que nos decidimos y allí que nos plantamos.
En todo momento nos dejamos asesorar por la persona que nos atendió, en este caso, tuvimos la gran suerte de que fuera Ernesto Sanchís, el Sumiller, el cual dio en el clavo, tanto con los platos, como con los vinos con los que quiso maridarnos la experiencia.
Empezamos regando el paladar con una deliciosa copa de vino Urtaran, es un «arabako txakolina» que hacen entre 3 amigos (un cura, un ganadero y un restaurador) «Hondarribi zuri» con trabajo de madera de castaño.

A continuación una ensalada cesar que se salia totalmente de lo preestablecido, encima, espuma de parmesano, debajo pollo confitado y mermelada de tomate con base de pan rallado.

Las croquetas son de parmesano con 36 meses, trabajado por cocina. He de decir que soy muy «croquetero» y que allá donde voy, siempre pruebo las croquetas y estas si no son de 10, son de 9 alto.

Seguimos con un Brioche de calamar, el brioche marcado con mantequilla y dos texturas de calamar, la primera guisada y la segunda frita y rebozada junto a una espuma de mayonesa, tanto la persona que me acompañaba en la experiencia, como yo, odiamos el calamar y la simple idea de pedirlo nos causaba rechazo, fue Ernesto el que insistió en que no podíamos irnos de allí sin probarlo .
¡Y madre mía que acierto! Bajo nuestro punto de vista, en este tipo de ocasiones es donde mas oportunidad tiene un restaurante de lucirse, si parte desde el rechazo y resulta ser todo un espectáculo.

Junto con este brioche, nos deleitaron con una copa de Renacido, un Ribeiro de treixadura, godello y albariño, el 2° vino que elabora el presidente de la D.O Ribeiro, al primero cuando se fue le puso «maldito», imagino que este nació cuando se le pasó el cabreo.

Nos pusieron unas hamburguesitas, que de diferente, tenían un pan especial, un tanto picante. Me atrevería a decir que este fue el plato que menos nos agradó/sorprendió.

Para finalizar con la cocina salada, la estrella de la casa, una pizza brasa con la masa tintada con pigmentos vegetales, salsa de tomate, «roastbeef» hecho en cocina junto al parmesano en láminas y rúcula y salsa de mostaza antigua. Esto… Fue para llorar de la emoción.
Como postre, una copita del delicioso vino de naranja que elabora la bodega Sauci y como no, el «Riesling & Rock», a base de chocolate ruby (no tan dulce), junto con un toque de yuzu y jengibre .
Probablemente la presentación más transgresora fue esta, ademas de un sabor intenso y muy sabroso, un gran final de boca.

Nuestra mas sincera enhorabuena al chef Gregory Rome por su maravilloso lugar y especialmente por el gran nivel de sus profesionales en sala.
El Restaurante Brel está situado en la Calle San Vicente n°91, 03560, El Campello